El presidente del Banco Central reafirmó la continuidad de la política monetaria de sesgo contractivo, al tiempo que criticó a quienes la atacan y descartó cualquier posibilidad de flexibilización.

El presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, reafirmó de manera enfática la continuidad de la política monetaria de sesgo contractivo, al tiempo que criticó a quienes la atacan y descartó cualquier posibilidad de flexibilización del camino emprendido en la lucha contra la inflación.

«El cumplimiento de las metas (de inflación) no deja margen en este momento para pensar en un relajamiento de la política monetaria», dijo esta tarde Sturzenegger como conclusión de una larga intervención en el cierre del XX Taller de Economía Internacional y Finanzas organizado por el BCRA, el BID, el Banco Mundial y la Universidad Torcuato Di Tella.

En este sentido, el titular del Central reivindicó el papel jugado por la política monetaria instrumentada desde diciembre de 2015 en el descenso experimentado por la tasa de inflación en el segundo semestre del año pasado, cifrando su crecimiento en el 18,5% anualizado.

Asimismo, destacó que «durante las últimas semanas hemos observado que las tasas de interés de corto plazo se han ubicado cerca del límite inferior del corredor de pases de la autoridad monetaria, por la que el Banco Central ha empezado a remover liquidez excedente a los fines de ubicar la misma más nítidamente dentro de dicho corredor».

Estas afirmaciones de Sturzenegger dejan abierta la puerta a eventuales subidas de la tasa de interés, según fuentes financieras y del ente monetario, todo al servicio de una fuerte absorción de liquidez a través de los pases y de las Lebac.

El presidente del BCRA criticó a «la mayoría de los economistas locales», para quienes «la fuerte contracción monetaria de la primera mitad del año pasado no tuvo nada que ver, según esta visión, con la desaceleración abrupta de la inflación en la segunda mitad».

«Tengan en cuenta que la inflación en el segundo semestre fue de tan sólo un tercio de la inflación del primer semestre», destacó a renglón seguido.

A lo largo de su exposición de esta tarde, Sturzenegger volvió sobre los temas centrales sobre los que viene insistiendo desde su asunción en el ente monetario, en primer lugar la baja de la inflación y, además, el desarrollo del sistema financiero, el aporte de éste al crecimiento económico del país, con el objetivo último de garantizar la igualdad de oportunidades.

En defensa del camino emprendido por el Central desde que inició su gestión, consideró que la única manera de generar crédito en el país es derrotar a la inflación y desarrollar un sistema financiero donde exista una tasa de interés real que permita crear una masa de fondos que puedan hacer frente a la demanda crediticia.

«Como falta crédito, se intenta convencer a las autoridades que tienen que hacer algo para que el crédito aparezca», explicó respecto a lo que viene ocurriendo en Argentina desde hace décadas.

Pero lo que pasa, dijo, es que «como aquellos que reclaman no están dispuestos a pagar por el crédito lo que ese crédito vale, que vendría a ser pagarle a los depósitos para que se intermedien en el sector financiero, se obliga a las entidades financieras a prestar a tasas ‘subsidiadas'».

En este contexto de autodefensa y críticas, Sturzenegger afirmó que «no defender el combate contra la inflación, y esto se lo digo a los colegas economistas, es defender la regresividad del ingreso y, también, es sostener una política que atenta contra el crecimiento económico en el corto y en el largo plazo».

Finalmente, recordó que en el segundo semestre de 2016 la inflación se redujo «a un promedio mensual de 1,4% (18,5% anualizado), mientras que, simultáneamente, la actividad económica salió de la recesión en la que se encontraba sumida desde el tercer trimestre de 2015, mostrando un crecimiento en el último trimestre de 0,9%, según el EMAE», un índicador clave del BCRA.