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A 73 años de ser declarada de Interés Nacional, la maquinaria agrícola no para de mejorar gracias al avance tecnológico

La aparición de la tecnología conllevó a que la mayoría de los métodos utilizados en el sector agrícola quedaran obsoletos hace muchos años, hoy sustituidos por una maquinaria moderna que facilita el trabajo del productor al mejorar enormemente su cosecha. También le ahorra el tiempo de trabajo, saca mejor provecho con las técnicas de cultivo […]

La aparición de la tecnología conllevó a que la mayoría de los métodos utilizados en el sector agrícola quedaran obsoletos hace muchos años, hoy sustituidos por una maquinaria moderna que facilita el trabajo del productor al mejorar enormemente su cosecha. También le ahorra el tiempo de trabajo, saca mejor provecho con las técnicas de cultivo y, por ende, maximiza el rendimiento.

Este 12 de diciembre se conmemora el Día de la Maquinaria Agrícola, cuyo origen se remonta a 1951, cuando la fabricación de maquinaria y repuestos agrícolas fue incorporada, a través del Decreto N°25.056, al régimen de industrias de Interés Nacional. Pasaron 73 años de aquelhecho histórico y, obviamente, el cambio en el mercado del sector ha cambiado radicalmente.

Aquellos hombres que araban sus campos gracias al empuje de los caballos de tiro existen en pocos lugares remotos o en zonas donde las hectáreas son ínfimas. Por el contrario, losvemos recreados en fotos color sepia o cuadros de época. En la actualidad, la ingeniería y el avance en las tecnologías de las maquinarias  modificaron la agricultura, convirtiéndola en una industria eficaz y masiva.

La misma se desarrolla con grandes máquinas que pueden atravesar miles de hectáreas. Esta tendencia es global y la Argentina no es la excepción, con un dato revelador: tenemos potencialmente la capacidad de producir alimentos para 400 millones de personas.

Con el transcurrir del tiempo desde aquel lejano 1951, también los tractores de mayor antigüedad fueron desechados al ser reemplazados por versiones modernas, demayor potencia, mejores prestaciones como sistemas hidráulicos más potentes y, en especial, mayor nivel de seguridad. Lo mismo ocurrió con las sembradoras, las cuales tuvieron que adaptarse.

Esa renovación se inclinó hacia máquinas más grandes, tan complejas como eficientes a la hora de satisfacer las necesidades de los productores. Hay un dato estadístico absolutamente revelador: gracias a las nuevas tecnologías, hoy se utiliza sólo un tercio del tractor, si se lo mide en horas, en comparación con hace unas tres décadas.

En nuestro país, algo que es reconocido internacionalmente, el productor tiene un gran nivel de conocimiento. No se queda quieto mirando su campo: vive actualizándose, se capacita y se asocia. Por esto y por inquietud personal, conoce la tecnología que aplica. El argentino es un mercado especializado y por eso, sabe que el uso de buena maquinaria optimiza el resultado de su trabajo.

Tanto es así que la máquina no es sólo un medio sino un compañero de trabajo, la trata como tal, sea un tractor o una cosechadora. La pasión por la innovación en el sector es lo que ayuda a aumentar la productividad. En síntesis, la relación del hombre de campo con el tractor es inmediata e indisoluble.

Debo insistir en el hecho de que los equipos más modernos son más seguros, lo que reduce los accidentes, a la vez que la capacidad ergonométrica de las nuevas máquinas permite que un operador pueda estar mayor cantidad de tiempo en el campo. En las épocas que corren además, son amigables con el medio ambiente ya que producen menores emisiones y permiten utilizar menor cantidad de productos químicos, cuidando el agua y la tierra.

Es por todo esto que desde Valtra, empresa líder en el desarrollo, fabricación y comercialización de tractores y otras maquinarias agrícolas ganaderas, pensamos que la inversión que se realice será recompensada con una notable mejora en los resultados. Sin dudas, es necesaria e imprescindible para competir con las formas de producción actuales. A 73 años de ser declarada industria de interés nacional, la nuestra está a la par de las mejores del mundo. Y seguramente seguirá superándose a sí misma.